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LOS CABALLEROS 
DE LA VIEJA ESCUELA 

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Somos un grupo de entusiastas que llevamos la pasión por los vehículos antiguos. 

Rendimos tributo y homenaje a los pioneros del automovilismo y el motociclismo. Apoyamos a Carreras Legendarias, a sus participantes y seguidores. Utilizamos las vestimentas y costumbres de aquellos años en las pistas. La camaradería, el respeto y la ayuda al prójimo son nuestro pilares fundamentales.

Recreamos las largadas y competencias de carreras nacionales e internacionales.     
Nosotros no corremos, no competimos, nos divertimos entre amigos y familia. Así todos ganamos. Participamos con vehículos originales, hot Rods, Baquets y Motocicletas hasta el año 1953 en puro estado de conservación, únicamente con las modificaciones de su época para las competencias de aquellos años.

Disfrutamos de todo lo que tiene que ver con las viejas costumbres. Elegimos lugares históricos e icónicos para realizar nuestras recreaciones.

Solo pertenecerán simbólicamente y llevarán su número preferido, todas aquellas personas que sean invitadas a la Mesa Redonda de los Caballeros de la Vieja Escuela y cumplan con el reglamento de Carreras Legendarias con vehículos, vestimenta y costumbres.

Todo Caballero de la Vieja Escuela, tendrá prioridad para participar en las carreras, viajes, salidas y eventos anuales que organice Carreras Legendarias. No es obligatorio ser Caballero para participar en Carreras Legendarias, pero sí deberá, en caso de solicitar aprobación, bajo reglamento para ingresar a la pista.

Nuestros eventos son privados, motivo por el cual nos reservamos el Derecho de Admisión y permanencia de los mismos.   

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Había una época en que los pilotos y sus máquinas eran un solo ser.

Donde no existían la pistas y casi no había caminos.

Una época de motores, ariscos y espíritus Ganadores.

La tierra, la arena, barro y lluvia se mezclaban e Invadían los cuerpos de los pilotos y los mecanismos de sus creaciones mecánicas.

Una época en que solo los intrépidos se atrevían a romper los límites más allá de lo establecido.

Donde la caballerosidad, la camaradería y el respecto eran moneda corriente.

Se corría por la Razón más noble de todas.

LA PASIÓN !!!!

Donde la imaginación importaba más que el dinero, pues está, no tiene límites.

Divertirse, superarse y evolucionar era la razón para unirse y competir, donde lo primero era acelerar y lo segundo ayudar al prójimo.

Los pilotos, cuál intrépido héroes, se subían a sus máquinas a enfrentar lo desconocido.

Eran casi como astronautas o héroes mitológicos.

Miles y miles de horas de experimentación, en el taller o el garaje de la casa y todo podía romperse en segundos pero siempre dejando una enseñanza.

Error tras error permitieron la evolución, empujar los límites e ir cada vez más rápido mucho más rápido de lo que nadie pensaba.

Hoy todavía existen este tipo de pilotos y sus máquinas, son sobrevivientes, pues nunca murieron, pero hubo que resucitarlas.

Han permanecido en silencio, arrumbado, abandonadas, esperando que esos espíritus aventureros reencarnen y vuelvan a buscarlas para darles nueva vida.

Pues si no le damos vida con nuestro espíritu, ellas pierden su alma.

Volverán a rugir para volvernos, a hacer sentir esas sensaciones del pasado que nos son familiares porque ya las hemos sentido, ellas nunca se fueron, solo nos esperaron para hacernos volver a sentir.

Bajo ese lema y ese espíritu es que damos origen a las Carreras Legendarias, para volver a sentir, para hacer conocer a las nuevas generaciones que hubo una época, en que lo más importante era divertirse, no se necesitaban autódromos, no se necesitaba la última tecnología, solo compartir un momento y compartir conocimiento aprendiendo de los demás.

Invitamos a todos los que posean un maquinal resucitado a volver a disfrutarla y a hacernos disfrutar de sus creaciones, con la impronta de cada piloto y su máquina.

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Pues nos disponemos a liberar todo el ser de nuestras máquinas en un ambiente de amigos y diversión, no importa que sea rápida, importa que sea divertida y que el piloto disfrute de hacerla rugir con el marco adecuado.

Dejando de lado la inmediatez y la prisa de las cosas modernas, reviviendo el pasado, transformándolo en presente, ya que nuestras máquinas legendarias nos hacen saber que nunca se fueron y van a seguir estando después que nosotros, porque son LEYENDAS, rindámosles tributo haciéndolas correr todas juntas y festejemos que son las excusa para juntarnos reviviendo el espíritu deportivo de los caballeros con nuestros corceles de acero.

Por Juan Marocchi.

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